por Angélica Cardozo - Colombia
Dios es soberano sobre todo y es maravilloso y gracias a Él la mujer fue creada, de una manera increÃble:
Génesis 2:18
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él."
Dios, el único, el verdadero Dios, pensó en nosotras como la mejor compañÃa para que el hombre no estuviera solo, porque entonces no seria bueno, pero enfatizó que somos la ayuda idónea para ellos, ¿no es algo supremo lo grandioso que Dios tenÃa en su corazón para crear el sexo femenino?, ese fue uno de sus grandes y maravillosos propósitos para la humanidad, crearnos a nosotras.
19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos y las trajo a Adán para que viese cómo las habÃa de llamar y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él.
No es bueno que el hombre esté solo:
Al crear Dios primero todas las cosas para luego crear al hombre, vemos que el hermoso corazón de nuestro Dios tenÃa un magnÃfico propósito crear el sexo femenino para ser la pareja del hombre, la óptima compañÃa, la mujer que serÃa la ayuda idónea para todo, y eso indica que Dios nos hizo con grande sabidurÃa para aportarle al esposo sabiamente la administración o mayordomÃa en conjunto de todos sus planes, donde ambos por igual como pareja se escucharan y sabiamente edificaran su hogar y Dios les proveerÃa hijos, empresa, salud y todo lo que necesitaran.
Por eso era necesario estar de acuerdo con los propósitos de Dios.
2. Le haré ayuda idónea para él:
Dios siempre espera lo mejor de nosotras, que le creamos, que le confiemos todo, que le obedezcamos, porque es nuestro Dios, nuestro Creador, nuestro maravilloso Papá. Y esto significa que al ser Ayuda Idónea es consultar para todo primeramente a Dios en todo lo que emprendamos. ¿Y lo hacemos, le consultamos todo a Dios para todo ?
Génesis 2:21-25
21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormÃa, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Dios quiso que fuéramos nosotras las mujeres parte de el hombre, sacándonos de una de las costillas del varón y de ahà viene el termino de fidelidad, tanto el hombre como la mujer debÃan rendirse fidelidad el uno al otro al ser parte de sà mismos.
¿ Y eso ocurre, permanece la fidelidad del uno para el otro?
23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
Varona, el hombre comprendió que la mujer era parte de él y por lo tanto debÃa amarla, respetarla, escucharla, comprenderla, serle fiel, tratarla bien, porque ella era su soporte, su vida, con quien podrÃa contar y ver que estaban al mismo nivel de jerarquÃa, ambos sabios, mas Dios le da al hombre la potestad de figurar como cabeza de la mujer en el sentido de ser el mayor responsable en responder por ella ante Dios, pues Dios nos hizo como el mejor regalo que un hombre pudiera pensar para el matrimonio y ser grandemente bendecidos por nuestro Creador.
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Lo que Dios hace es indicarnos que ya estamos formando un nuevo hogar, propio, de los dos, donde tendrÃamos referencia de nuestros padres, pero siempre siguiendo los mandamientos de Dios, esto quiere decir que como hijos no debemos ser desagradecidos con ellos que nos dieron la vida, no perfecta, pero fueron parte de ello y por lo tanto no debemos jamás abandonarlos porque siguen siendo parte de nosotros, acuérdense somos carne y huesos de ellos, les debemos fidelidad, apoyo, compañÃa, provisión y defensa para lo que necesiten aunque no sean perfectos para nada. Y algo muy importante gracias a ellos tenemos mandamiento con promesa de grande bendición:
Efesios 6:2-4
2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor
Si los padres intervienen en nuestro matrimonio hay que escucharlos, no desecharlos, ni callarlos; sabiamente amarlos y responderles con todo el respeto que debemos como hijos agradecidos darles, y si necesitan que les enseñemos o corrijamos algo, hacerlo con la guÃa del EspÃritu Santo, esto quiere decir que no es en nuestras fuerzas o razones sino con el poder de Dios, sus enseñanzas.
Tanto la nuera como el yerno ambos deben valorar a sus suegros con todos sus defectos, porque de ahà deriva cómo será su generación de hijos con grandes bendiciones para que la familia permanezca unida y no olvidada.
A veces mayormente se tiene la idea equivocada que hay que vivir solitos la pareja y ya no tener contacto con los padres y familiares, es lo más erróneo que se pueda creer, el vÃnculo familiar jamás se debe desintegrar, serÃamos arrogantes si lo hiciéramos, Dios por eso piensa diferente a nosotros, Él fundó el matrimonio para la multiplicación; pero ¿qué hacemos antes o después de ser pareja y casados, hacemos planes fuera de Dios, no lo consultamos, sino que tomamos la decisión o determinación de no tener hijos, elegir la cantidad de los hijos que queremos y hasta pretender elegir el sexo de la criatura. ¿Por qué no consultamos a Dios? Decidimos detener las manos de Dios y mandarle, diciendo: Dios nosotros le avisamos si queremos hijos o no, porque primero debo divertirme, viajar, jugar, hacer deporte, estudiar, tener muchos amigos, amigas, comprarme todo lo que quiera y ahà yo le aviso, ¿vale?
¿Qué piensa usted de esto? ¿ Me equivoco? Hasta en algunas congregaciones comunican que los jóvenes deben dejar sus hogares, muy mal por cierto, que deben buscar un ancianato para sus viejitos, que si ya están casados son grandes y ya los padres no deben mandarles y no deben obedecerlos.
¿Qué creen que piensa Dios de esto?
Hay algunos que piensan: "Ah, Dios, hay muchos métodos de planificación para impedir que usted, Dios, nos de hijos no deseados y menos si son de abusos sexuales, esos definitivamente deben morir", y ¿qué tal si usted es fruto de un abuso sexual? Es que nos falta Dios, nos falta amor, en muchas ocasiones se le hace caso al esposito: "¿o yo, o ese bebé? No es el momento ¡Mejor abórtelo!".
25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.